sábado, 29 de agosto de 2009

El tercer informe de Claderón, nos debe un explicación

Contra viento y marea, un grupo de poderosos empresarios, en alianza con la organización clandestina de extrema derecha “el yunque”, la mafia de Elba Esther Gordillo (Presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) y el PAN, lograron imponer en la presidencia de la república a Felipe Calderón. Para ello, torcieron la política, pisotearon la ley y al ordenar a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que diera por buena la fraudulenta elección presidencial. Obedientes, los magistrados dijeron que el entonces presidente Fox intervino ilegalmente en el proceso, que se difundió propaganda negra contra López Obrador, que tal vez se rebasaron los topes de gastos de campaña y que el conteo de los votos no estaba del todo claro… Pero la ley se violó poco, no mucho; fueron trampas e irregularidades, chicas, no muy grandes, y en consecuencia, la elección era valida y para que López Obrador y sus seguidores no anduvieran de chillones mandaron a hacer el recuento de los votos de una pequeña muestra de casillas… y así todos contentos.

A la larga, resultó pírrico el triunfo de los malos, a pesar de que ellos creyeron que era el gran triunfo. A tres años de gobierno de Felipe Calderón es evidente que se equivocaron al imponerlo en la presidencia, ni para ellos, los grandes empresarios y políticos corruptos, las cosas van bien.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial se queja de la ineficacia del gobierno y sugiere cambios a la política económica, cuando fueron ellos, los del Consejo ese, como se lo recordó el senador Monreal, quienes financiaron la campaña terrorista y patrocinaron el fraude electoral.

Pero no es la primera queja, a consecuencia del asesinato del hijo de Alejandro Martí, el empresariado promovió una gran movilización contra la inseguridad propiciada o permitida por el gobierno que la cúpula empresarial impuso. Martí expreso el sentir de la gente cuando les dijo: “si no pueden renuncien” y “cobrar sin trabajar también es corrupción”… Los grandes empresarios pagaron la propaganda sucia y apoyaron el fraude y recibieron a cambio el secuestro de sus familiares y crisis económica.

La situación económica paso del catarrito pronosticado por el secretario de hacienda a la caída en 10% del producto interno bruto. La Gaceta UNAM del 27 de agosto de 2009 (número 4,181) en una nota titulada “La economía mexicana, la peor del mundo en 2009”, en la que da cuenta de un encuentro académico, informa que “los programas de política fiscal contracíclica aplicados en México, incluyendo el de incentivos al crecimiento y el empleo, suma 0.8% del producto interno bruto; mientras que en EU, tan solo el del presidente Barack Obama fue 5.6%, en China de 13.5 y en Corea del Sur de 6%, según José Luis Calva. Además, en 27 años de políticas neoliberales el crecimiento económico de nuestro país ha sido cero, por lo que perdimos casi tres décadas de desarrollo.

Desde su asalto a la presidencia el señor Calderón puso como centro de su política una supuesta guerra contra el narcotráfico, que se ha quedado en guerra contra las bandas del narco, cuyo resultado aun es incierto, pero el costo en vidas de la incapacidad del gobierno y de la incompetencia del ejército es equivalente al de una guerra civil.

Más que un informe, lo que Calderón le debe al Congreso de la Unión y a todos los mexicanos es una explicación de por qué nuestra economía es la peor del mundo, por qué cada semana mueren de manera violenta y cruel decenas de personas, por qué la delincuencia y la inseguridad crecen y crecen, por qué el desempleo acelera su crecimiento, y por qué se la pasa diciendo que estamos a punto de salir de la crisis, que esta creando empleos y que todo esta bien.
Para colmo de males el Congreso lo forzó a suspender el acto que planeaba hacer en Palacio Nacional antes de entregar su informe en el palacio legislativo. Mal y de malas.

De todas maneras debemos exigir esa explicación.

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