sábado, 17 de octubre de 2009

Calderón contra el SME: Con trampas y a traición.


Luego de dos años de desgaste y derrotas grandes y pequeñas en la guerra contra el narcotráfico, el gobierno de Calderón decidió buscar un nuevo enemigo que combatir para conseguir legitimidad y apoyo ciudadano.

El presidente y sus asesores acordaron que sería conveniente deshacerse del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para tener el camino libre para la privatización del servicio eléctrico o cuando menos del uso de la red eléctrica para la transmisión de voz, datos y video; el famoso triple play del servicio de teléfono, Internet y televisión de paga. Para lo cual se aprovecharían los avances en la instalación de fibra óptica, 1000 kilómetros, hasta ahora.

El plan implicaba desechar el convenio firmado con el propio SME por la Secretaria de Energía y Luz y Fuerza, en el que se acordaron medidas para la reorganización de los procesos de trabajo, elevar la productividad, reducir las perdidas del flujo eléctrico y estudiar la posibilidad de crear una nueva empresa pública que aprovechara la red de Luz y Fuerza para proveer el servicio llamado de triple play.

El primer intento para deshacerse del convenio, del contrato colectivo de trabajo (CCT) y del mismo SME, fue crear y alimentar una fuerza sindical para tratar de ganar la dirección del sindicato y con ella convenir cambios sustanciales al CCT y al convenio de productividad. Pero a pesar del crecimiento de practicas viciadas en los procesos internos del sindicato y de una enorme inversión económica en la promoción del candidato opositor, el gobierno calderonista no logró ganar la dirección del SME.

El segundo intento fue aplicar el método usado contra los mineros. El grupo opositor actuó contra la dirección del SME como si se tratara de una dirección charra y corrupta al estilo Elba Esther Gordillo, el Congreso del Trabajo, la CTM, la FSTSE o el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) titular del CCT en Comisión Federal de Electricidad (CFE) y modelo de charrismo y corrupción, con el claro propósito de dividir al SME y así debilitarlo. Pero la mayoría en el SME se dio cuenta de que esas denuncias eran desmesuradas y exageradas, cuando no mentirosas y la fuerza de la oposición comenzó a declinar.

El complemento de las denuncias de corrupción fue la decisión del gobierno de negar de manera ilegal la toma de nota a la planilla ganadora, darle mucho espacio en los medios a la oposición y montar una campaña intensiva de difamación contra el SME y en particular contra Martín Esparza, refiriéndose a él como si fuera Napoleón Gómez Urrutia, cosa que es a todas luces desproporcionada.

Pero la respuesta del sindicato ante las agresiones externas fue unificarse en torno a la dirección electa. El jueves 8 de octubre, luego de una negativa definitiva de la Secretaria del Trabajo a otorgar la toma de nota a la nueva dirección el lunes 5, el SME marchó del Ángel de la Independencia a Los Pinos. Esta movilización mostró que la fuerza de los opositores se reducía aceleradamente, pues asistió la gran mayoría de los agremiados (y en todo caso estaba subordinada a los intereses del sindicato y no a la voluntad del gobierno).

Contra la costumbre, la presidencia recibió a una amplia comisión del SME e incluso, todavía más raro, los atendió el secretario particular del presidente y les prometió que tendrían una entrevista y respuestas el próximo lunes en las instalaciones de Luz y Fuerza.

Para entonces estaba claro para el gobierno que no había logrado dividir al SME y que debía actuar con rapidez o de lo contrario podría iniciar un movimiento largo y fuerte. Para evitarlo, Calderón y sus asesores acordaron deslegitimar al SME por la vía de desaparecerlo, intentando cortar de raíz el problema. Victima de su propio prejuicio y de su propaganda, el gobierno creyó que el SME es lo que ellos creen, una cueva de bandidos despreciada por la mayoría de la sociedad.

Así, actuando como una secta, no como el gobierno de una república, decidieron atacar por sorpresa y a espaldas de la sociedad tomando por asalto la noche del sábado las instalaciones de Luz y Fuerza.

El gobierno optó por la traición con la ingenua creencia de que así evitaría los costos de enfrentar un movimiento que defendiera al SME y con la certeza de que promover la desaparición Luz y Fuerza por las vías legales e institucionales resultaría infructuoso.

1 comentario:

  1. aloÖ prof¡¡¡[...] wiii
    oiga ke bna onda ke haga blogs komo stos...
    la vd stan bn interesantes...
    pero respkto a ste---
    lo d lenguas viperinas s por ust...[ke no kreo ke sea doble cara]...o por lo d calderon, los diputados, etc... es dcir el gobierno...i el sistema? supongo ke sii..o m ekivoko?
    pff... necerio m gusta un bn ste tipo d blogs...i pz m nknta paltikr kn ust...jijij sobre toddo---no encerio eehhhmmm...es verdad[¡¡¡¡¡¡]
    bno...
    ojala siga actualizandolos ...i kontestm lo d arriba...
    pff [...] aver kuando v sto...kada kuando revisa los coments??
    ojala no tarde mucho----
    bno lo djo i se sako un 10000000000...
    hihihihi[...]
    bae[¡¡¡¡]
    se me kuida mucho por ke see no se lo komen.. unas ke otras personas feas...
    you understand? supongo ke sii...jijiji
    •____(`*•.¸ (`*•.¸ ♪ ИαDia ♪.•*´) ¸.•*´)_____

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